lunes, 19 de julio de 2010

Barbacoa (de costillas)



Hoy es lunes y hay que celebrarlo. Para aparcar el síndrome post fin de semana nunca está de más echar mano de la barbacoa. Encender el fuego, escuchar el crepitar de la leña, cocinar al aire libre, cenar en la terracita… Me encanta el protocolo que acompaña a cada barbacoa…

Hoy me siento sibarita. No me apetece la tradicional hamburguesa, ni el pinchito o la salchicha. Hoy quiero una barbacoa de capricho… Me decantaré por las costillas picantonas.

Prepararlas es muy fácil. Mientras el encargado de los fogones va encendiendo el fuego, hay que triturar una cebolla, 2 dientes de ajo, 3-4 guindillas y un trozo de jengibre (2-3 cm.) junto con 5 cucharadas de salsa de soja. Una vez obtenida la pasta, hay que añadir al mejunje unas 3 cucharadas de zumo de lima, una cucharada de azúcar moreno, 2 cucharadas de aceite, sal y pimienta.

Reservamos la mezcla y, mientras tanto, colocamos las costillas de cerdo en un wok, vertemos por encima la salsa y lo cocinamos a fuego lento durante media horita. Es conveniente ir removiendo de manera constante y añadir un poquito de agua si vemos que se pierde excesivo jugo.

De la vitrocerámica nos vamos a la barbacoa. Asamos las costillas a la brasa durante unos 30 minutos. Ya hacia el final del proceso, rociaemos las costillas con la salsa obtenida en la cocción de la carne y ... ¡voilà!

Ah! Y en cuanto a las cantidades, yo suelo hacer un kilo y medio de costillas para tres personas con el resto de ingredientes indicados y luego acompaño con unas patatas asadas, una ensalada, unos entrantes…


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